Cuenca, Ciudad Patrimonio de la Humanidad, es uno de los conjuntos monumentales y paisajísticos más impresionantes de España. Pero aquí nos centraremos en un paraje único unido a la ciudad castellana: la espectacular hoz del río Júcar.

La hoz del río Júcar es una de las dos hoces, la del Huécar también merece una entrada aparte, que arropan al casco histórico de Cuenca y le dan ese componente mágico que combina paisaje y patrimonio. El río Júcar, que viene fluyendo sinuosamente por la Serranía de Cuenca desde su nacimiento en la Sierra de Tragacete, en su contacto con la ciudad crea un paisaje impresionante que en otoño adquiere texturas de una belleza inigualable.
Agua verde, verde del Júcar
Cuenca, ciudad fundada por musulmanes, está situada sobre una montaña rocosa delimitada por las hoces del río Júcar al norte y su afluente, el Huécar, al sur. Este último se une con el Júcar en la parte baja de la ciudad antigua, poco antes del Puente de San Antón, desde donde surge un angosto paseo, recientemente acondicionado, en el que podemos iniciar nuestra ruta. También se puede hacer en bicicleta o en coche (hay varios aparcamientos en el trayecto) desde la Iglesia de la Virgen de la Luz, a muy pocos metros, junto al Puente.

El río Júcar es más grande y caudaloso que el Húecar, por lógica, y quizá por ello la hoz es mucho más espectacular, ofrece un paisaje más amplio en lo que al río y sus riberas respecta. Nada más dejar el lugar donde confluyen las aguas del Húecar y del Júcar, nuestra ruta empieza atravesando el paraje denominado Recreo Peral (en el restaurante del mismo nombre se come un arroz con bogavante de ensueño), donde hay un juego de bolos, y, cruzando el puente de los Descalzos, tenemos la opción de continuar por las dos márgenes del río.
Por la izquierda tendremos un paseo peatonal y ciclista de varios kilómetros y por la derecha el camino terroso nos acercará más a la naturaleza además de contar con merenderos.

Desde el primer momento podremos apreciar el verdor del río que cantara Gerardo Diego en su Romance del Júcar y arriba contemplar la ciudad antigua y amurallada de Cuenca. El entorno tiene una vegetación muy variada en la que destacan los álamos, olmos y sauces. El Júcar es un río truchero por lo que posiblemente veremos ejemplares de esta especie y cangrejos.
En sus riberas nos encontraremos con pescadores y alguna que otra piragua y en las portentosas moles rocosas con escaladores todo el año.
Perspectivas inauditas de Cuenca
Si optamos por la ribera izquierda, a pocos metros nos encontramos con la Playa artificial. Una playa sobre el río con un fantástico restaurante con piscinas y zonas verdes además de mesas y bancos para comer. En verano acude mucha gente porque es un lugar maravilloso. Podemos realizar también el mismo paseo desde lo alto de la hoz. Para ello tendremos, o bien que subir hasta el castillo de la ciudad o bien coger la senda de la ermita de San Julián (patrón de la ciudad) el Tranquilo. Las vistas de Cuenca serán inigualables.
Desde el barrio de El Castillo, el punto más elevado de la ciudad, Cuenca ofrece una panorámica excepcional de su insólita localización y las dos hoces se contemplan en toda su inmensidad y belleza. Desde aquí, y teniendo como orientación el Júcar, sale una ruta turística que desemboca en el puente de Valdecabras y que permite regresar por abajo. Los miradores existentes te dejarán con la boca abierta.

Los paseos son indicados para caminantes o ciclistas ya que están acondicionados para ello.
¿Qué tiene el otoño conquense?
En otoño, el colorido que coge la ribera del río Júcar a su paso por Cuenca es espectacular, por lo que se trata de una época muy apropiada para realizar este paseo y de paso visitar Cuenca, en la que, además de disfrutar de la ciudad, tenemos cultura a raudales y buena gastronomía. Además si continuamos por la hoz llegamos hasta Villalba de la Sierra o Valdecabras, una pedanía de la ciudad, y estaremos a las puertas de la Serranía de Cuenca, paraíso natural que merece la pena visitar.
En la carretera que sale desde el Castillo, nos encontramos con el cementerio de San Isidro. El lugar ha sido un camposanto de artistas y personajes notables que han tenido algo que ver con Cuenca. En él yacen grandes pintores como Fernando Zóbel y Antonio Saura, el poeta Federico Muelas o el escultor e imaginero Luis Marco Pérez.
Cómo llegar
- Cuenca está cerca de Madrid y Valencia, a medio camino. Desde Madrid hay autovía. Pero también se puede llegar desde múltiples puntos de España.
- En tren se puede venir en AVE o en tren regional y en autobuses existen servicios como Autores.
- Para llegar a la hoz no hay pérdida porque es uno de los parajes más conocidos y turísticos de la capital.