Santillana es un centro histórico-artístico de primer orden. Una villa de la alta edad media conservada intacta al lado de la costa cántabra y de las Cuevas de Altamira. De lo mejor de Cantabria.

Santillana del Mar, a solo 30 km. de Santander, es una atractiva villa que desde la prehistoria atesora un legado artístico, cultural y monumental incomparable. Al lado de la Capilla Sixtina del arte rupestre, las Cuevas de Altamira, y en un precioso entorno natural, Santillana del Mar se ha convertido en el centro turístico de referencia de Cantabria.
Todo empezó con Juliana
Aunque la zona ya estaba habitada desde la prehistoria -las pinturas rupestres de las cuevas de Altamira datan de hace 14.000 años-, Santillana del Mar le debe mucho a la mártir Juliana, santa martirizada en Turquía. Y es que en el siglo VIII unos monjes que llevaban sus reliquias decidieron que la romana aldea de Planes, a los pies del monte Vispieres, era un buen sitio para asentarse y fundar un monasterio.
Gracias a las donaciones de los fieles, a ser lugar de paso de un ramal del Camino de Santiago y a sucesivos dominios de tierras y privilegios se estableció un cenobio que fue creciendo. El nombre actual proviene de la Santa “Luliana”, Santillana.

El monasterio pasó a ser colegiata en 1045 gracias a un fuero otorgado por el rey castellano-leonés Fernando I. Desde entonces la villa fue adquiriendo una progresiva importancia jurídica y administrativa gracias a los privilegios de los Reyes castellanos y en 1209 Alfonso VIII le concedió la categoría de Villa.
Santillana del Mar, que ya era un lugar importante de paso de los peregrinos, pasó a ser la capital de la merindad de Asturias de Santillana.
El desarrollo urbano continuó en torno a la Plaza Mayor o del Mercado (hoy plaza de Ramón Pelayo) y la Torre del Merino, pero comenzó el declive de la Abadía en detrimento del dominio señorial que culmina con la cesión de la villa al primer Marqués de Santillana y que dio origen al Pleito de los Nueve Valles, tras el cual la villa pasará a pertenecer al Duque del Infantado de Potes, hasta la creación del ayuntamiento constitucional en 1.833.
Patrimonio de Santillana del Mar
En torno a la colegiata de Santa Juliana y a lo largo de las calles del Río, Cantón, Carrera y Juan Infante podemos encontrar un rico patrimonio con un fenomenal estado de conservación.
Las construcciones más representativas son las torres del Merino y Don Borja, ambas de estilo gótico y carácter militar. La primera fue la sede del merino, representante del rey, desde que en 1209 se concediera a Santillana del Mar la capitalidad de la merindad. Otros edificios iniciados en esta época son la Casa de Leonor de la Vega, madre del primer Marqués de Santillana y la Torre de los Velarde.

Durante los siglos XIV y XV, como expresión del poder civil, se construyeron algunos de los mayores palacios y torres de la villa aunque en el barroco se produce la consolidación del carácter religioso de Santillana del Mar. El Convento de Regina Coeli, situado en las afueras de la villa y que hoy acoge la sede del Museo Diocesano de Santander, es gótico influido por el estilo renacentista herreriano.
El Palacio de Velarde es uno de los ejemplos más destacados de arquitectura renacentista . En el siglo XVII se construye el convento barroco de las dominicas de San Ildefonso y es en este siglo, gracias al dinero llegado de América, cuando se edificaron casonas como la de los Hombrones o la de los Barreda-Bracho, hoy convertido en el Parador Nacional Gil Blas o palacios como el de Peredo Barreda, sede de la Fundación Caja Cantabria.
La colegiata
Pero si hay un monumento que sobresale en Santillana del Mar es la Colegiata de Santa Juliana, declarada Monumento Nacional en 1889 y la joya más importante del románico en Cantabria. Hoy en día no se conservan restos del monasterio primitivo del que se supone era una sencilla construcción de piedra con ábside rectangular y cubierta de madera.

La estructura actual es de tres ábsides y tres naves siguiendo el modelo de Frómista (Palencia) y del románico internacional que penetró en Castilla por el Camino de Santiago.
La fachada principal de la iglesia se encuentra orientada al sur y, precedida de un amplio atrio, cuenta con un arco de medio punto rodeado de arquivoltas con un friso que representa al Pantocrator y una hornacina con la imagen de Santa Juliana en el friso. Sus capiteles reflejan una gran variedad de motivos florales y figurados, ambos representativos de la iconografía románica. Destaca su retablo mayor, realizado entre finales del siglo XV y comienzos del siglo XVI y que mezcla elementos del gótico flamígero y del plateresco.

El claustro, adosado a la fachada norte de la iglesia, muestra en sus 42 capiteles de variada temática una completa evolución de la escultura románica. Junto a sus muros se observan los sarcófagos con motivos heráldicos de personajes relevantes del clero y la nobleza.
La colegiata de Santillana del Mar está construida en sillería arenisca. Se le añadieron en los siglos XVI-XVII algunas construcciones, como la logia sobre el muro sur, la sacristía y la casa del abad, que han logrado adaptarse perfectamente al espíritu medieval del monumento.
Cómo llegar
- En avión tenemos el cercano aeropuerto de Parayas en Santander.
- En coche, desde Santander, se toma la autovía A-67 a Torrelavega y se coge la salida de Requejada (salida 187), se continúa en dirección a Barreda, donde se gira a la derecha para tomar la CA-131 con destino a Santillana el Mar. Desde Asturias, se llega por la autovía A-8 hasta Puente San Miguel (salida 234). En ese lugar es preciso tomar la CA-133 en dirección a Santillana del Mar. Desde Madrid-Bilbao-Burgos-Palencia-Valladolid lo más sencillo es llegar hasta Torrelavega y desde allí acceder a Santillana del Mar, bien vía Barreda, bien por Puente San Miguel.
- Por autobús existen estaciones en Torrelavega y en Santander. Lo mismo en tren aunque existen estaciones de FEVE en las localidades vecinas de Barreda, Puente San Miguel y Torrelavega.
El Museo de Altamira, donde se reproducen las pinturas originales, se encuentra a 2 km de distancia del centro urbano junto a la cueva original, en la Avda. Marcelino Sanz de Sautuola. Se accede por la CA134.